"Pescar na Patagonia, a principio, parece uma aventura, distante e de dificil acesso. Mas para quem vive como eu, em São Paulo, é possivel sair de manhãzinha de Guarulhos, rumo a Buenos Aires e em seguida fazer uma conexão no Aeroparque para Bariloche, chegando às duas e quinze da tarde. Ai esta esperando Alejandro, um dos guias mais experientes, educados e animados que já conheci nessas minhas andanças de pescador com mosca pelas Americas.
Se você comer um lanche durante o vôo ou na conexão no Aeroparque, ainda vai estar com fome suficiente para provar, na boca do Rio Limay, o melhor bife de chorizo ou ojo de bife da sua vida. Explico:  ali fica "el Bolicho Viejo" ( frequentado em outros tempos por Buch Cassidy e seu grupo, quando andou por ali no seculo 19) onde Rafa pilota a grelha e escolhe pessoalmente os novilhos para seus "asados".
Com uma hora e meia mais de viagem, em excelente estrada asfaltada, chegamos ao Rio Collon Cura, e ainda temos tempo para pescar até a
boca da noite.
As opções de pesca com mosca são variadas, os rios são muitos e de tamanhos diversos e o pescador, com ou sem experiencia, não volta sem
pegar alguma truta. Alejandro indica qual o equipamento adequado, a mosca certa e os lugares onde se pode encontrá-las.
Há opções para todos os gostos: mosca seca, ninfas e streamers, nos rios Collon Cura, Malleo, Chimehuin e outros, onde se pesca trutas de mais ou menos um quilo. Há tambem propostas mais ousadas, porém mais dificeis, como as grandes arco-iris e marrons do Rio Limay, que exigem lançamentos mais longos e precisos, mas que podem recompensar o pescador com "a truta da sua vida", que vão de 2,5 até 6 ou 7 quilos, dependendo da sua sorte.
Descendo os rios de barco, ou vadeando pelas margens, além das fisgadas, há ainda a intensa beleza da paisagem, para mim das mais belas do mundo. Rios de agua transparente/turquesa, montanhas de cumes nevados e belissimos bosques temperados, nas partes mais umidas. É muito comum avistarmos cervos vermelhos, em bandos, e tambem grandes grupos de javalis, além da riquissima fauna alada que se observa por toda a extensão dos trajetos.
Já pesco nesses rios há alguns anos, pesco tambem em outros lugares, mas, enquanto eu puder, pelo menos uma vez ao ano estarei com Alejandro Buchanan na Patagonia Norte." / / / Herbert Carranca. -  São Paulo

"Pasé tres días en el río! Campings grandes, la comida excelente y muy cómodo. Momento gusano pulgadas es una experiencia única! "
 /// Heather and Will, Canada.

Pensamientos de un huésped "Como tantas otras primaveras, pasé una buena parte de este mes de noviembre en la Patagonia, la pesca con mosca y empanadas y asados ​​para comer por los ríos de la región de los lagos. Tuve la suerte de vivir en esta parte del mundo, hace mucho tiempo atrás, y mi amor por la Patagonia, y en especial para la pesca con mosca, nunca me han dejado. Hay algo tranquilo y conmovedor acerca de los Andes Patagónicos, y realmente no es de extrañar que se ha ganado a los aficionados al aire libre para muchos.

Viajé a San Martín de los Andes, al pie de la estación de esquí de Chapelco y en la orilla norte del lago Lacar, una ciudad rodeada de montañas, bosques, ríos y lagos prístinos. Junto con la ciudad de Junín de los Andes, que está a unos 40 kilómetros de San Martín, que abarcan la gran red de ríos y lagos que han hecho de esta región tan famoso por su pesca con mosca.

Mi estancia tuvo lugar en una estancia fuera de la ciudad, una estancia privada muy popular entre los pescadores. Mi amigo Alejandro Buchanan, un largo tiempo de pesca con mosca guía, se unió a mí para la ocasión - un gran beneficio ya que las guías aquí saben los mejores lugares a lo largo de todos los ríos y lagos.

Empezamos temprano en el primer día en la recta final de Alejandro de río, el calentamiento y el trabajo de la herrumbre de mi técnica de fundición. El segundo día se dedicó vadear el río Malleo donde tomé mi primera trucha arco iris de la temporada. En el momento en que empecé a tener hambre un asado hacía señas a nosotros desde la orilla del río, que acompañamos con un vaso o dos de Malbec.

Esa misma noche hicimos una gira por San Martín de los Andes, una ciudad con un gran centro comercial y sorprendentemente opciones de restaurantes gourmet. Optamos por las empanadas en uno de los pubs locales.

Al día siguiente, Alejandro planeó un flotador río para nosotros. Nos empujó a uno de los recodos del río Aluminé, y luego flotó, pesca, picnic y se metió en las próximas 6 horas. Incluso sin la captura de un pez, que es en serio la experiencia de toda una vida. Por suerte para mí, me cogió varios arco iris y trucha marrón (y tengo las fotos que lo demuestran).

Si eres un amante de la naturaleza, y especialmente si usted es un pescador con mosca, hay pocas cosas que yo recomendaría de todo corazón más que pasar el tiempo en los Andes Patagónicos. Ellos tienen un lugar especial en mi corazón, y no será la última persona que le diga que "
/// César González, Denver.